La Confederación Sudamericana ya había mostrado su rechazo al sueño de Infantino. En los primeros días de septiembre, la entidad que dirige Alejandro Domínguez publicó un comunicado en el que manifestó su descontento con el proyecto de la FIFA.

«Una Copa del Mundo cada dos años podría desnaturalizar la más importante competición de fútbol en el planeta, rebajando su calidad y minando su carácter exclusivo y sus actuales estándares de exigencia. La Copa del Mundo es un evento que concentra la atención y las expectativas de miles de millones de personas porque representa el punto culminante de un proceso de eliminación que dura todo el periodo de cuatro años y que tiene su dinámica y atractivo propios», manifestó la CONMEBOL.

La CONMEBOL volvió a expresarse en un comunicado su disconformidad con el proyecto y avisó que sus selecciones no participarán en caso de aprobarse el nuevo Mundial.
«No se encuentran razones, beneficios ni justificación para el cambio impulsado por la FIFA. En atención a ello, los diez países que componen la CONMEBOL se ratifican en que no participarán de una Copa del Mundo organizada cada dos años», anuncia el mensaje.