La escasez de lluvias en la región sur de Ecuador ha causado una notable disminución en los niveles de agua de los ríos, lo que a su vez ha afectado severamente los embalses de las centrales hidroeléctricas. Entre ellos, el embalse de Mazar en la Cuenca del río Paute es uno de los más afectados.
Según información proporcionada por el Operador Nacional de Electricidad (Cenace), hasta el 10 de abril de 2024, el caudal de agua ingresado fue de 18,5 metros cúbicos por segundo, una cifra significativamente menor que los 141 metros cúbicos por segundo que se registran normalmente durante la temporada de lluvias.