Un equipo de científicos logró la caracterización genotípica de una primera camada de lechones; la opinión de expertos sobre el descubrimiento

En la actualidad, en la Argentina, y según datos del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai), hay 6941 personas que esperan un trasplante. En los primeros 40 días del año ya se realizaron 191 intervenciones y 77 personas fueron donantes. Así, el país no está ajeno a lo que sucede en el mundo, donde existe un aumento constante en el número de pacientes que, debido a diversas patologías, tienen una necesidad crítica de trasplantes de órganos.

A contramano de las necesidades, la cantidad de órganos disponibles – ya sea de donantes vivos o fallecidos – es muy limitada. En el país, la cantidad de donantes por cada millón de habitantes, este año, es de 1,67. Esto genera largas listas de espera, que siguen creciendo cada año.

Pero hay una alternativa en carpeta, que se presenta como la más viable para cubrir la brecha entre órganos disponibles y pacientes en lista de espera: los xenotrasplantes, que implican introducir en un ser humano células, tejidos u órganos de una especie diferente.

“Dada la similitud fisiológica con el humano, su prolificidad y su facilidad de crianza en cautiverio, el cerdo representa la mejor opción para realizar xenotrasplantes en seres humanos”, explicó a LA NACION Rafael Fernández-Martín, investigador del CONICET, CSO y cofundador de New Organs Biotech, una empresa que anunció el lanzamiento de cerdos editados genéticamente, un avance prometedor en el área de los xenotrasplantes.

Fernández-Martín precisó: “Debido a la divergencia evolutiva de estas especies, existen una serie de complicaciones que no permiten que el xenotrasplante a partir de porcinos sea una realidad clínica hoy en día, siendo el principal problema el rechazo inmunológico hiperagudo. Sin embargo, gracias a las nuevas herramientas de edición génica, hemos logrado editar el genoma porcino para superar este problema, y evitar en una primera instancia la incompatibilidad entre cerdos y primates”.

El proyecto surgió del Laboratorio de Biotecnología Animal de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires y avanzó a raíz del trabajo conjunto de Daniel Salomone, reconocido por su amplia trayectoria en biotecnologías reproductivas en mamíferos, y su becario doctoral UBA, el veterinario Federico Allegroni.

El equipo de científicos logró la caracterización genotípica de una primera camada de lechones que criaron. En todos los casos está editado el principal gen responsable del rechazo hiperagudo entre cerdos y primates. Además, en tres de los cerdos también se encuentra editado un gen codificante del receptor de la hormona de crecimiento, lo que permitiría que el tamaño de los órganos de esto cerdos se mantenga similar al tamaño de sus contrapartes humanas, sin afectar la salud del animal.

 

 

FUENTE: LA NACION