Las intensas lluvias en Etiopía han provocado una serie de deslizamientos de tierra que han dejado un saldo trágico de más de 150 personas muertas.

Las autoridades locales confirmaron que la cifra de fallecidos asciende a 220, incluyendo niños, y advierten que el número podría seguir aumentando mientras continúan las labores de búsqueda y rescate.

Los deslizamientos ocurrieron el lunes en la zona de Gofa, en el sur del país, una región montañosa y remota que ya había sido afectada por inundaciones durante la temporada de lluvias que comenzó en julio y se espera que dure hasta mediados de septiembre.

Las fuertes precipitaciones han saturado el suelo, lo que lo vuelve vulnerable a estos desastres naturales.

Esta tragedia pone de relieve la alta vulnerabilidad de Etiopía a los fenómenos climáticos extremos, como las inundaciones y sequías, que se ven agravados por el cambio climático.

Estas situaciones generan un impacto devastador en las comunidades, causando pérdidas de vidas humanas, daños a la infraestructura y afectando la seguridad alimentaria.

Es importante destacar la labor de los equipos de rescate que trabajan arduamente para encontrar sobrevivientes y brindar asistencia a las personas afectadas por esta tragedia.

También es importante recordar que la situación continúa evolucionando, por lo que las cifras de víctimas y los detalles del evento podrían cambiar a medida que se avance en las labores de rescate y se reúnan más datos.