Casi la mitad de su vida, Fanny Caiza, de 69 años, ha estado ligada a la producción apícola, que no es más que la crianza y cuidado de las abejas, con las que se obtienen productos como miel, propóleo, cera, polen y otros.
Cuando Fanny supo que esa actividad era lo suyo, estudió ingeniería agrónoma y laboró en empresas públicas. A la par, cuidaba de abejas y recolectaba miel, pero en momentos esporádicos porque no tenía más tiempo.