Los astrónomos sostienen que el universo está en constante expansión desde el Big Bang hace unos 13,7 mil millones de años. No obstante, determinar la velocidad exacta de esta expansión se ha convertido en un intenso debate en la cosmología. Los diversos métodos utilizados para medir esta deriva cósmica han arrojado resultados divergentes, lo que lleva a los investigadores a cuestionar si comprendemos completamente la dinámica del universo o si nuestras mediciones están influenciadas por nuestra ubicación en el espacio. Un nuevo estudio, basado en datos recientes del telescopio espacial James Webb, confirma de manera oficial esta última posibilidad: los datos inconsistentes previos estaban equivocados